miércoles, 4 de julio de 2012

DOULOS OUKON


JOSÉ MANUEL BRICEÑO GUERRERO, nació en Palmarito, estado de apure en 1929. Doctor en Filosofía y Filología, profesor de Universidad de Los Andes, Mérida. Su obra ha sido merecedora del Premio Nacional de Ensayo en 1981 y del Premio Nacional de Literatura en 1996, alcanzando con los años un lugar privilegiado en letras venezolanas. Fue postulado al premio Nobel de Literatura en el año 2008, de acuerdo al acta de postulación "su obra se distingue de otros por una permanente pluralidad de estilos y de formas literarias de clara intención lúdica,  mediante  las cuales quebranta la hegemonía de los géneros literarios convencionales, en un esfuerzo por recuperar la palabra".












El profe Jonuel Brigue, como aparece en la portada, debajo del título del libro, Dóulos Oukóon, es una persona tan generosa que desde el primer encuentro quedó marcada en mi corazón y en mi pensamiento.
La primera vez que nos vimos con el Profe, fue en un apartamento que la Universidad, ULA-MERIDA, le ha dejado como oficina para atender a sus estudiantes, era un martes, hacia las 9 a.m. entramos al salón, el espacio nos invita a un ambiente familiar, alrededor de una mesa van sentándose los inquietos estudiantes, la mayoría voluntariamente, de todas las edades, hasta profesores de la ULA lo escuchan con  especial atención, pero sobre todo jóvenes. Cuando ví al profesor me alegró mucho conocerlo, pues mi hermano Diego nos habla con mucha emoción y afecto de sus experiencias, de las lunadas de lecturas.







La segunda vez que nos vimos con el profe fue en su casa, en el antejardín al ver unos perros de raza entré con un poco de temor, eran lobos siberianos, muy juguetones, pensé que me morderían, entramos a la sala, el Profesor estaba en el comedor leía en su computadora personal algo, nos invita a pasar y se sienta en una esquina, en una silla que se diferencia de las demás por su tamaño y forma, van llegando estudiantes jóvenes y pasan a la cocina muy familiarmente por un tinto, lo escuchamos casi dos horas y parecía que apenas comenzaba, hablo de muchas cosas: de filosofía, del amor, de cosas de su infancia, de los idiomas que aprendió a hablar, en un momento me preguntó que hacía, y yo le respondí algunas cosas, como tejer en dos agujas, y el recordó que en su juventud conoció telares grandes que habian en las casas; al igual  que el primer día me alegraba ver jóvenes, me impactó ver al profre que inspiraba confianza, tranquilidad, sabiduría, sencillez, juventud, su tono de voz lento se hacia entender y aunque hablaba de temas que a veces no comprendía o era la primera vez que los escuchaba algo entendía porque hacía comparaciones y relaciones  con la vida diaria y me ayudaban a saber de que hablaban, su mirada hipnotizaba, su cuerpo atraía si temor.



El profe, admirado de lo atenta que estuve, me dijo en un momento: no te distrajiste, y le dijo al grupo que yo estaba realmente interesada en lo que el hablaba, luego le pidió a uno de sus estudiantes que lo acompañara a la biblioteca para escoger unos libros y se dirigió a un cuarto inmenso lleno de libros, al salir me regalo uno de sus libros: Doulos Oukoon, mientra escribía la dedicatoria, escuché que el profe le decia a mi Hermano que si yo viviera aquí el se podría encargar de mi educación, luego me entregó el libro, para mi fue muy emocionante que esta persona tan especial me regalara y dedicara uno de sus libros.
Estos son algunos enlaces de video que los estudiante han grabado en las clases con el Profe:Mi vocación.

3 comentarios:

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  2. "El Viejo" como le decían familiarmente sus estudiantes, dejó este mundo, este espacio,este tiempo el viernes 31 de octubre, pero su recuerdo lo eternizará.

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